La secretaria general y el secretario académico de la Universidad dialogaron acerca del regreso a la presencialidad en las Facultades, la alegría del reencuentro y los desafíos de un escenario incipiente. 

Los edificios de las facultades de la UNER volvieron a ver circular a sus integrantes; tanto al personal administrativo y de servicios, como también algunos docentes y estudiantes. Se debe al fin del receso invernal y al inicio de un nuevo cuatrimestre, pero algunas ausencias llevaban larga data. El contexto de pandemia obligó a improvisar centenares de oficinas y aulas en cada domicilio. La secretaria General, Alina Francisconi, y el secretario académico, Guillermo López, recorrieron las unidades académicas para conocer sus distintas realidades y dialogar sobre este nuevo escenario en la vida universitaria.

“Nos reunimos con los equipos de gestión de cada una de las facultades, para retomar el segundo cuatrimestre y poder visualizar el retorno a las actividades presenciales en las unidades académicas. Gratamente, los distintos equipos están trabajando intensamente con los docentes y con las áreas de Secretaría General. Apuntan a poder volver a realizar algunas actividades presencialmente a la brevedad, por ser esenciales o factibles de desarrollar”, indicó a UNERMedios el secretario López. 

Por su parte la secretaria general comentó que durante los encuentros, algunos también con la presencia del Rector Andrés Sabella, “conversamos sobre la instalación a futuro de aulas híbridas en los espacios de las facultades. Por otro lado surgieron inquietudes sobre la capacitación del personal docente, tanto en cuestiones relacionadas al buen uso de estas aulas, como también otras referidas a recuperar la presencialidad y los vínculos con compañeros y estudiantes. También estuvimos hablando de los aforos, recorriendo lugares, viendo qué elementos faltan”.

En relación al regreso de las clases presenciales en cada uno de los edificios, López remarcó que se realizará “siempre tomando la precaución de garantizar el proceso enseñanza-aprendizaje a aquellos estudiantes que por motivos justificados no puedan acceder a las unidades académicas. Por lo cual, gratamente, vemos que tanto los equipos de gestión como los docentes están abocados a esa planificación para este segundo cuatrimestre. Como decimos siempre, se trata de una presencialidad cuidada y no masiva como teníamos previo al proceso de pandemia”.

Debido al trabajo del comité de Higiene y Seguridad de la Universidad y sus referentes en cada unidad académica, los espacios hoy se encuentran listos para recibir a las personas garantizando el cuidado de su salud. “En todos nuestros edificios está la cartelería obligatoria por la ART, se ven estaciones de sanitización, siempre el control de los ingresos al edificio con la toma de temperatura. Realmente los edificios de la Universidad están preparados para el retorno a la presencialidad y en ese camino queremos seguir construyendo un espacio saludable y seguro para toda la comunidad universitaria”, añadió Francisconi.

Aulas híbridas para reducir distancias

En este marco de planificación de una presencialidad cuidada, se evaluaron alternativas a implementar respecto al dictado de clases. Así, mediante un plan de virtualización de la educación superior, la universidad ha decidido adquirir tecnología para aulas híbridas en cada una de sus unidades académicas. Se trata de modernos equipamientos que permitirán brindar clases presenciales y virtuales en simultáneo. Esto permitirá, principalmente, asegurar el acercamiento a estudiantes que no puedan asistir a la facultad.

“Entendemos que en poco tiempo podremos disponer de estas aulas. Así que estamos trabajando en la dimensión tecnológica, en que las facultades se vayan preparando para poder instalar el equipamiento en la mayor brevedad posible, una vez que llegue. Por otro lado, estamos diagramando un programa de capacitación para que nuestros docentes puedan familiarizarse con el uso de estas aulas”, detalló López.

Acerca de las ventajas que traerá la instalación de aulas híbridas, el secretario académico señaló que posibilitará “que nuestros docentes se encuentren de forma presencial con un grupo de sus alumnos, no con la totalidad. A ese grupo lo va a definir la capacidad y el aforo autorizado para el aula, pero hay estudiantes que van a poder seguir la clase y participar de la misma mediada por la virtualidad. El docente va a dictar clases a sus alumnos presenciales y en simultáneo a quienes están en modalidad virtual, y todos van a interactuar como si estuvieran en el mismo espacio físico”.

Tiempo de reencuentros

Con distancia, barbijos y saludos de puño, muchas personas se reencontraron con sus compañeros luego de un largo tiempo. El aspecto emocional y afectivo, volver a compartir espacios y rutinas, son cuestiones que resultan movilizantes para muchos integrantes de la comunidad de la UNER.

En este sentido, Alina Francisconi reflexionó: “A modo de percepción personal, me encontré con muchas caras que pude ver personalmente después de casi 16 meses de meet. Creo que hay una cuestión vincular muy importante que recuperar; poder mirarnos a los ojos, escucharnos la voz. A pesar de la distancia y del tapabocas que hay que usar de manera obligatoria, el encuentro fue muy valioso. Observé caras de mucha alegría, de personas que estaban esperando el retorno, y esto nos hace pensar que si somos cuidadosos en el uso de los protocolos, vamos a poder sostener estos espacios. Somos una universidad pensada para la presencialidad, y creo que muchos de nosotros estábamos esperando reencontrarnos”.