Mediante un comunicado emitido este 7 de agosto definió la situación como “extremadamente crítica”. Llaman a la comunidad universitaria a unirse al pedido y convocan a autoridades nacionales a trabajar en conjunto para encontrar soluciones sostenibles.
A continuación, la transcripción del comunicado emitido por el Comité Ejecutivo del 7 de agosto de 2024:
“El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) reitera enfáticamente su preocupación
por la situación salarial que atraviesan trabajadoras y trabajadores docentes y
nodocentes del sistema universitario público y lamenta expresiones del Ministerio de
Capital Humano que pretenden confundir a la sociedad argentina, al relativizar la
gravedad que el problema, efectivamente, tiene. No es justo ni razonable desmerecer
la relevancia de un problema que afecta a miles de trabajadoras y trabajadores de la
educación de la Nación, mucho menos intentar quitarle importancia a un problema
urgente que afecta el normal desarrollo de las instituciones universitarias públicas.
Lo hemos dicho con absoluta claridad: del mismo modo que no hay universidad sin
recursos para enfrentar erogaciones básicas para su funcionamiento, mucho menos la
hay si docentes y nodocentes no perciben un salario digno acorde a su
responsabilidad, ni más ni menos que garantizar las condiciones para que futuros
profesionales del país se formen con excelencia en las más distintas disciplinas.
La situación salarial en el sistema universitario es extremadamente crítica, con
especial énfasis para trabajadoras y trabajadores de menor antigüedad, ya que desde
diciembre de 2023 no se ha actualizado la garantía salarial.
Es cierta la afirmación contenida en el comunicado del Ministerio de Capital Humano
respecto al incremento salarial del 71 por ciento otorgado de diciembre a julio de este
año. Lo que no dice es que, en el mismo período de tiempo, la inflación fue superior al
120 por ciento, por lo que, entre noviembre de 2023 y julio de 2024, el salario del
personal universitario registró una caída del 45 por ciento en términos reales, ubicando
a numerosos trabajadores, especialmente en los tramos iniciales, por debajo de la línea
de pobreza, situación que afecta a alrededor del 50 por ciento del total del personal.
Nunca en los 40 años de democracia las condiciones fueron tan desfavorables. Y esta
situación, que afecta a millones de trabajadores de la educación en todo el país, pone
en grave riesgo la sostenibilidad de la universidad pública y su capacidad para cumplir
con excelencia su misión.
A este crítico escenario se suma la situación de la docencia de los colegios
preuniversitarios del sistema, que sufren un impacto adicional producto de la
eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Y todo esto agudiza
gravemente la crisis que atraviesan las obras sociales universitarias, que deben
enfrentar cuantiosas erogaciones por el excesivo incremento de costos, pero no
perciben ingresos que permitan recomponer el desfasaje producido.
Como es evidente, las consecuencias de este proceso son múltiples y muy
preocupantes. Naturalmente, la pérdida del poder adquisitivo impacta
significativamente en la calidad de vida de las y los trabajadoras y trabajadores de las
universidades y ello, consecuentemente, compromete su dedicación y compromiso, lo
que amenaza con afectar áreas fundamentales de la investigación, la extensión y la
calidad de la enseñanza.
Durante todo el primer semestre hemos advertido responsablemente la gravedad de la
situación con la expectativa de encontrar respuestas que eviten dificultades en el
funcionamiento de nuestras instituciones. El pasado 4 de julio, el CIN y las
representaciones gremiales docentes, nodocentes y estudiantiles manifestamos en
conjunto nuestra alerta. Sin embargo, lamentamos que, a pesar de la sostenida
advertencia, no se haya decidido aún ni siquiera garantizar con sistematicidad el
normal funcionamiento del ámbito paritario nacional, de manera de tener un espacio
que permita abordar el problema e imaginar soluciones posibles.
Ante esta situación, reiteramos nuestro reclamo. Es necesaria una recomposición
salarial urgente, a través de paritarias libres que permitan recuperar el poder
adquisitivo, con el objetivo de garantizar las condiciones laborales acordes a la misión
que las universidades públicas tienen.
Hacemos, también, un llamado a la comunidad universitaria y a la sociedad en general
a unirse en este pedido e invitamos a todas las universidades del sistema a declarar, a
través de los órganos competentes, la crisis y la emergencia salarial. La educación
superior es un derecho y la herramienta más importante para resolver los problemas
que el país tiene. Lo ha dejado en claro la sociedad en su conjunto el 23 de abril del
presente año y esperamos que esa manifestación colectiva se escuche en su justa
magnitud.
Finalmente, invitamos a las autoridades nacionales a trabajar conjuntamente con la
comunidad universitaria para encontrar soluciones sostenibles a esta problemática.
Este Consejo pone toda su disposición y esfuerzo, una vez más, para esa tarea.
Buenos Aires, 7 de agosto de 2024
Comité Ejecutivo
Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)