En Cara y Ceca, Pedro Brasesco, sacerdote entrerriano y secretario General Adjunto del Consejo Episcopal Latinoamericano, dialogó con Juan Pablo Arias sobre el legado que deja el Papa Francisco en la Iglesia Católica. El sumo pontífice murió el lunes a los 88 años, más de 12 años después de haber sido electo. “Teníamos mucha esperanza de que recuperara su salud, por eso la noticia impactó. El Papa es padre de todos, es el que nos guía, nos acompaña, nos orienta. Cuando pasa esto, nos sentimos un poco huérfanos”, indicó Brasesco. Y agregó: “Deja muchas cosas, sobre todos grandes procesos abiertos de transformación. Él era consciente de que no iba a poder hacer todos los cambios, pero tomó desafíos y sabía que la tarea era grande”. El religioso apuntó que el fallecido Sumo Pontífice era militante de una “iglesia más participativa, más abierta y de más relación con el mundo”. “Había una opción preferencial por los más excluidos y necesitados, reconociendo una sociedad donde se margina mucho”, subrayó luego. Y finalizó: “Era muy crítico de un modelo donde parece que la felicidad pasa por el consumo y tarde o temprano nos damos cuenta de que no”.