Concluyó el proceso de planificación de la Agenda Operativa 2025, con el objetivo de priorizar los programas y acciones que permitirán avanzar en los objetivos estratégicos establecidos en el Plan Institucional Participativo (PIP).
A lo largo de 2024, las y los secretarios responsables de las dimensiones estratégicas de Académica (Guillermo López), Gobierno y Cultura Institucional (Paula Laurenzio, Alejandro Caudis y Roxana Puig), Extensión (Roberto Medici), y Ciencia, Tecnología e Innovación (Gabriel Gentiletti) trabajaron de manera articulada para coordinar las prioridades que marcarán el rumbo de la Universidad durante el próximo año. Este proceso incluyó la definición de un sistema de metas medibles que permitirá evaluar los avances en el cumplimiento de los objetivos.
Esta semana se realizó un encuentro a modo de culminación del Taller de Brechas. La Agenda Operativa 2025 representa la última correspondiente al actual período de gestión y destaca la importancia de ordenar y planificar las acciones en las distintas áreas de la Universidad, asegurando la continuidad de los procesos definidos. Al respecto la vicerrectora Gabriela Andretich indicó a UNER Medios: “Esta es una agenda muy importante porque es la que cierra el plan institucional, que es justamente hacia el 2025. Y esta reunión fue con la gestión y los coordinadores de cada dimensión, que explicaron la agenda. La particularidad de este año es que se agrega la propuesta de comunicación institucional mediante la incorporación de la subsecretaria de Extensión, con una lista importante de proyectos”.
Por su parte el asesor del Equipo Central del PIP, Diego Gantus, remarcó que el cierre de la agenda “pone fin a un proceso de establecimiento de prioridades, metas y esbozo de las iniciativas que vamos a poner en marcha. Cada una de las dimensiones del PIP identificaron al menos 3 objetivos estratégicos prioritarios y delinearon junto a sus equipos el foco que la gestión va a poner, para aproximarnos a la visión que la Universidad ha definido”.
El cierre del proceso subraya el compromiso de la UNER con una planificación integral que guíe su quehacer académico, cultural y científico, respondiendo a las necesidades y desafíos actuales.