Realizar ejercicio previene enfermedades crónicas y mejora los vínculos entre las personas, al eliminar las tensiones. La profesora Sofía Laporta dialogó sobre este tema.

Según la Organización Mundial de la Salud, “se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer”. Disminuir el riesgo de hipertensión arterial, mantener un peso corporal saludable, mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar, son otros de los beneficios que tiene hacer ejercicios.

Con el objetivo de promover entornos más sanos, nuestra Universidad brindó un webinario a través del Programa UNER Saludable. El encuentro virtual estuvo a cargo del área de Coordinación de ECNT (Enfermedades Crónicas No Transmisibles), perteneciente al Ministerio de Salud  de la Provincia de Entre Ríos. “El cuerpo nos va a acompañar toda nuestra vida vida, por eso hay que ayudarlo con hábitos saludables”. Con estas palabras inició su exposición Sofía Laporta, profesora de Educación Física y miembro de ese equipo. 

La profesional se refirió a los beneficios de estar en movimiento, a los mitos en torno a la gimnasia y a la importancia que tiene realizarla para quienes trabajan en una institución como la UNER. Sostuvo que la actividad mejora la salud física y mental, permite controlar la agresividad, el estrés, liberar tensión, potenciar el autoestima, incrementar el rendimiento educativo y productivo, fortalecer el sistema cardiovascular y experimentar sensación de bienestar gracias a la liberación de endorfinas.

En diálogo con UNERNoticias, la profesora señaló que “la necesidad de la actividad física está relacionada con sentirnos vivas y vivos, porque cuando nos movemos se ponen en marcha todos los sistemas de nuestro cuerpo”. En ese sentido, destacó que “cuando nos movemos no solo gastamos energía sino que respiramos aire puro, nuestra mente se pone en blanco dejando lugar al disfrute y a la sensación de sentirnos bien a partir de la liberación de endorfinas -que son las hormonas del bienestar-; nuestro corazón late más fuerte, la temperatura de nuestro cuerpo aumenta, nos ponemos colorados, transpiramos, compartimos con otros”.

Laporta explicó que “se define a la actividad física como cualquier movimiento producido por el músculo esquelético que genere gasto de energía”. En las personas adultas lo recomendable es realizar como mínimo 30 minutos de ejercicio todos los días y una hora en las infancias. 

Universidad en movimiento

En las instituciones, realizar actividad física es fundamental “porque mejora el estado de salud en general y contribuye al bienestar psicológico de la persona reduciendo el estrés, la ansiedad, los sentimientos de depresión y soledad”, comentó Laporta. Además, mencionó que una Universidad con personas más saludables puede contribuir a mejorar la relación institucional y disminuir el ausentismo laboral.

Para Laporta, “es importante que la institución estimule al personal a realizar actividad física a través de propuestas como pausas activas en el lugar de trabajo, organización de eventos saludables, convenios con los gimnasios o clubes, otorgar becas como recompensas a quienes cumplan con los cambios en sus estilos de vida”.

En épocas de trabajo remoto, estar en movimiento cobra una relevancia particular. Para la profesional, “mantenerse más activos y realizar una serie de ejercicios, sobre todo de estiramiento, puede ayudar a disminuir los dolores propios de las malas posturas y la cantidad de tiempo frente las pantallas, sobre todo en épocas de COVID-19”. 

Además, agregó que tener mobiliario adecuado para el trabajo virtual, una silla cómoda, un monitor a la altura de los ojos, un mouse con descanso para la muñeca, buena iluminación y circulación de aire, también son factores que colaboran con el cuidado del cuerpo en el contexto laboral.

Con el objetivo de alentar a las personas a ser más activas en sus trabajos, desde la Coordinación de ECNT se brindan algunos consejos fáciles de aplicar: usar las escaleras en vez del ascensor, estacionar el auto a unas cuadras del lugar de trabajo, dedicar 10 minutos a una caminata o a una sesión de estiramientos, trasladarse entre las oficinas en vez de usar el teléfono interno y los fines de semana elegir programas que involucren el movimiento y el aire libre.

Actividad física en época de pandemia

La Coordinación de ECNT promueve iniciar el camino del cambio. “Se puede realizar actividad física en casa, trabajar con el peso del propio cuerpo para evitar dolores y lesiones, o utilizar recursos que estén a nuestro alcance como sillas, mesas, botellas con agua, paquetes de arroz o azúcar, palos de escoba, sogas, aros, o colchonetas”, detalla Laporta.

Sobre las múltiples posibilidades para mantenerse en movimiento, la profesora mencionó que se pueden hacer ejercicios de movilidad articular, de estiramientos, aeróbicos y trabajos de relajación, poner música y bailar, caminar en la plaza más cercana o usar la bicicleta fija. En ese sentido, recomendó “tener siempre a mano una botella de agua para hidratarnos, usar ropa cómoda, preferentemente de algodón, calzado adecuado con buen soporte y medias”. Por último agregó que “hacer las rutinas en compañía siempre es mejor”.

La Coordinación también está conformada por la Lic. en Nutrición Evelyn Baraballe y la Responsable Técnica del Programa Provincial Libre de Humo de Tabaco, Cynthia Wolosko.

Por un entorno universitario más sano

Desde el Programa UNER Saludable, perteneciente al Área de Capacitación y Desarrollo de la Secretaría General, se proponen diferentes acciones e instancias de formación para fomentar entornos y estilos de vida saludables en la comunidad universitaria, disminuir los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles y promover el respeto por el medio ambiente. 

En el 2019 la UNER comenzó a trabajar de manera articulada con la Coordinación de ECNT, a fin de crear un entorno de trabajo que promueva la salud en todos sus aspectos. La Universidad Saludable es la que promueve estilos de vida saludable para prevenir enfermedades crónicas, que son actualmente la principal causa de mortalidad, morbilidad y discapacidad.