En Cara y Ceca el ingeniero agrónomo y especialista en suelos, Jorge Gvozdenovich, dialogó con Juan Pablo Arias sobre las graves consecuencias de la sequía en las siembras: “Se ha dado un combo muy negativo. Venimos de tres años sin lluvias en la época de primavera-verano. Si hubiera sido con temperaturas normales, se hubiera podido superar con técnicas agronómicas, pero el problema es que la sequía vino con calor de más de 40 grados”. El experto, que se desempeña en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) apuntó además: “No sólo afecta a la agricultura, sino que además a la ganadería, las huertas y otras actividades. El suelo está seco, no hay agua disponible para nada. Es desolador”.