La UNER recibió a 8.085 estudiantes que optaron por carreras de grado, pregrado y ciclos complementarios, con propuestas presenciales y a distancia. 

Nuestras nueve facultades dieron la bienvenida a sus 8085 ingresantes en el Ciclo de Ambientación a la Vida Universitaria (CAVU) realizado entre febrero y marzo. Las  inscripciones 2024 abrieron con 57 propuestas formativas: 18 carreras de pregrado y 39 de grado y ciclos de complementación, tanto en modalidad presencial como a distancia.

Este año se inscribieron en la Universidad 8085 personas: el 54% lo hizo en carreras de grado y ciclos de complementarios, mientras que el 46% eligió propuestas de pregrado. Estas últimas propuestas, que son de corta duración, durante entre 2 y 3 años, tuvieron un aumento del 20% respecto al año anterior. Asimismo, también se anotaron 128 estudiantes en la escuela secundaria técnica ubicada en la Ciudad de Concordia. 

“Que nuestra Universidad y sus 9 facultades hayan podido recibir más de 8 mil ingresantes, muestra a las claras que las propuestas académicas no solo responden a los intereses tanto de entrerrianos como de estudiantes de otras provincias, también están aportando al desarrollo de nuestra sociedad en muchos aspectos. Estas propuestas se centran en la presencialidad pero además hemos trabajado fuertemente en la modalidad a distancia, de hecho lo estamos haciendo y nuestra matrícula se va incrementando en ese sentido”, manifestó en diálogo con UNER Medios el secretario Académico Guillermo López. 

La Universidad viene trabajando en un programa de innovación curricular, que busca dar respuesta a las demandas sociales -actuales y futuras-, con vista en la formación de profesionales comprometidos y teniendo en cuenta las diversas realidades del estudiantado. En ese sentido, se repensaron las políticas académicas de la Universidad, su currículum, la reconfiguración de sus modalidades de enseñanza, la necesidad de incrementar carreras y de articular el pregrado con el posgrado. Este año, fueron 154 las personas que eligieron a la UNER en su formación posgradual, mientras que se registraron 2.488 inscriptos en propuestas virtuales, un 30% más en relación al 2023.

Respecto al perfil de los y las ingresantes, resulta importante destacar que más del 80% son entrerrianos. El resto de los estudiantes provienen, principalmente, de Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes, lo que da cuenta de la fuerte inserción y vinculación que tiene la Universidad con la provincia y la región.

Si nos enfocamos en el interior de Entre Ríos, el 39% proviene del Departamento Paraná, el 20% del Departamento Concordia, el 10% del Departamento Uruguay y el 8% del Departamento Gualeguaychú. El 23% se distribuye entre el resto de los departamentos de la provincia. 

Al analizar la matrícula según el género, el 67% de las ingresantes son mujeres. En relación a la edad, el 48% de los y las ingresantes a carreras de grado tiene entre  17 y 19 años, el 35% entre 20 y 24 y el resto más de 25 años. En las carreras de pregrado se invierten los rangos de edad, el 57% tiene más de 30 años y solo el 7% tiene entre 17 y 19 años.

Respecto al contexto de reclamo presupuestario del sistema universitario público, en relación al desarrollo del año académico, el secretario indicó: “A pesar de la situación de público conocimiento, tanto los equipos de gestión como docentes y no docentes están comprometidos para afrontar estas situaciones y dar respuesta a nuestros estudiantes, tal como lo hacemos todos los años. Nuestra Universidad sigue trabajando en mejores planes de estudio para las carreras preexistentes, y también piensa en nuevas propuestas de formación que surgen de visualizar e interpretar la demanda del medio. La comunidad no baja los brazos, para seguir garantizando el derecho a la educación”.

La UNER destaca la importancia de repensar sus funciones constantemente en relación a sus estudiantes y graduados. La innovación curricular, la evaluación continua y la reflexión sobre los trayectos académicos son pilares fundamentales para garantizar una formación de calidad y pertinente a las necesidades actuales. Adaptarse a los cambios y desafíos del entorno educativo, es un trabajo constante para seguir creciendo y construyendo  una universidad más inclusiva, innovadora y orientada al desarrollo integral de cada estudiante.