Desde la Asamblea General de las Naciones Unidas se eligió el 29 de octubre como una fecha para reivindicar el trabajo de cuidados, el cual es no remunerado y recae principalmente en las mujeres.

El 29 de octubre fue la fecha elegida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorar el Día Internacional del Cuidado y el Apoyo, con el objetivo es valorar, reducir y redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado –que recae en gran parte sobre las mujeres– y reconocer el trabajo de cuidado remunerado como esencial para el bienestar de la sociedad.

Pensar el trabajo de cuidados implica poner el foco en desigualdades históricas y estructurales. Desde el Canal de UNER y Revista RIBERAS se llevó adelante el documental Sistema Cuidado: El trabajo invisible que sostiene la vida, el cual explora las distintas dimensiones en torno a esta temática, desde la perspectiva de quienes están en territorio y conforman la denominada organización social de los cuidados.

La licenciada Lorena Guerriera, docente e investigadora de la Facultad de Trabajo Social y Coordinadora de la Tecnicatura Universitaria en Cuidados, comenta: “El trabajo es un concepto que el feminismo pone en tensión, tal como se percibe o se representa el trabajo. En los ‘70, cuando surge el campo de estudio de los cuidados, se comienza a pensar esa relación entre el trabajo de la reproducción y el trabajo de lo productivo en términos del trabajo para el mercado. Entonces se preguntan: todo ese trabajo reproductivo de cuidados que realizamos fundamentalmente las mujeres ¿No produce nada en los hogares? Se empieza a pensar que el cuidado y el trabajo doméstico también es un trabajo; implica esfuerzo, tiempo, dinero, implica también una cierta disposición subjetiva para cuidar”.

La socióloga e investigadora Karina Batthyány, especialista en bienestar social, género y cuidados, explica que los cuidados representan “un nudo crítico de las desigualdades de género” e implican “todas aquellas actividades –que realizamos mayoritariamente las mujeres– que permiten a las personas poder realizar las actividades de la vida diaria. Es dar el apoyo necesario a aquellos y aquellas que no pueden hacerlo por sí mismos, principalmente niños, niñas, y personas mayores con alguna dependencia que no les permita realizar sus actividades de forma autónoma. Desde higienizarnos, alimentarnos, vestirnos y todo lo necesario, en definitiva, para nuestra existencia”.

Además de esa dimensión material, Batthyány agrega que también existe una dimensión asociada a lo económico, ya que “cuidar a alguien implica un costo directo por lo que gastamos en ese cuidado, y también un costo indirecto por lo que dejamos de hacer, por ejemplo, trabajar remuneradamente”. Pero también se suma una característica que involucra afectos y emociones: “El cuidado tiene esa dimensión afectiva, emocional, que se establece entre quien cuida y quien es cuidado”.

Desde la Asociación Civil MA (Monoparentales Argentina) remarcan que actualmente en la Argentina el 80% de los hogares monoparentales están a cargo de mujeres, mientras que 7 de cada 10 varones no cumple con la cuota alimentaria. Diana Deharbe es periodista y comunicadora social, graduada de la Facultad de Ciencias de la Educación, e integrante de MA. “No solamente una tiene que ser proveedora económica de un hogar, sino que serlo también afectivamente. Hay una persona del otro lado que demanda todo de vos”, afirma.

Asimismo, Deharbe resalta: “Las características de las personas que criamos solas es que no sólo somos hogares marcados por procesos continuos de empobrecimiento, sino también tenemos trabajos muy precarios, muy mal pagos, y una dificultad enorme para poder conseguir una cuota alimentaria digna que permita el sostenimiento de todo lo que implica criar”.

La conversación respecto a los cuidados también tiene una característica íntegramente vinculada a la economía ya que, de acuerdo a un estudio de la Dirección de Economía e Igualdad de Género, las tareas domésticas y de cuidado aportan el 16,8% del Producto Bruto Interno en la Argentina. En ese sentido, la economista Aldana Denis, integrante del CEPA (Centro de Economía Política Argentina), remarcó: “Es el sector que más aporta, seguido por el comercio y la industria. La distribución asimétrica de las tareas de cuidado tiene como correlato una desigualdad en la inserción en el mercado laboral. Las mujeres participamos menos del mercado laboral remunerado y tenemos una brecha de casi 20 puntos en la tasa de actividad. Cuando nos insertamos en el mercado laboral –producto de esta diferencia en esa disponibilidad de tiempo– lo hacemos en sectores muy feminizados, más precarizados y en peores condiciones”.

El rol de la universidad

Para Batthyány, la universidad “juega un papel central” para incorporar a los cuidados en el debate público y en la generación de conocimiento: “La universidad, en distintos países de América Latina y el Caribe, ha producido conocimiento, ha construido la argumentación y la conceptualización de esta temática de los cuidados para que llegue al terreno de las políticas públicas por medio de avances empíricos concretos como las encuestas del uso del tiempo o toda la conceptualización en torno a la organización social de los cuidados; ha generado masa crítica e incorporado estos temas en sus currículas de estudios”.

En ese sentido, la formación universitaria también ha aportado a revalorizar y jerarquizar los conocimientos de quienes se dedican al trabajo de cuidados. Guerriero comenta al respecto: “Los diferentes modos en que se ejercen estos sistemas de opresión, si bien exceden a la universidad, ésta también tiene que ser crítica acerca de sus propios modos en los que puede llegar a reproducir a perpetuar estas desigualdades y, a la vez, también contribuir a las demandas sociales. Cuando planteamos los temas de los cuidados desde la Facultad de Trabajo Social, pensamos que la universidad tenía una responsabilidad pública sobre esto y por eso generamos la formación de la Tecnicatura Universitaria en Cuidados con la que formamos cuidadores y cuidadoras desde una perspectiva de derechos y una perspectiva feminista”.

TRAILER DE SISTEMA CUIDADO