Nuestra Universidad busca reducir la brecha entre la duración teórica y la duración real de las carreras, reconociendo el tiempo que lleva al estudiantado completar la carrera, más allá de las horas en el aula.

Mediante el Programa de Innovación Curricular, la UNER diseña y rediseña sus planes de estudio incorporando, entre otras novedades, el Sistema de Créditos Académicos Argentino Universitarios (SACAU) creado en nuestro país recientemente. Este sistema implica expresar los planes de estudio en créditos (CRE), una unidad de medida que refleja el tiempo de trabajo total que requiere el estudiante para cumplir con las obligaciones de un plan de estudio. Es decir, no se trata sólo del tiempo de cursada (el tiempo de interacción pedagógica docente-estudiante), sino también del tiempo de trabajo y estudio independiente que deben realizar los/as estudiantes. 

La adopción del SACAU es parte de las políticas orientadas a mejorar el ingreso y, sobre todo, la permanencia y el egreso, ya que al hacer visible la duración real de las carreras permite revisar sus diseños teniendo en cuenta las tareas y tiempos que demandan a nuestros estudiantes. 

Además, el SACAU también es una herramienta que permite flexibilizar los diseños y reconocer formaciones y experiencias realizadas en otras universidades nacionales e internacionales. Por todo esto, el SACAU y también pensar en distintos recorridos que podrán hacer los estudiantes. 

Esto se trabajó desde la Secretaría Académica de Rectorado, en articulación con las 9 Facultades. Es uno de los aspectos del Programa de Innovación Curricular, como instancia destinada al diálogo y reflexión participativa sobre las opciones de formación que ofrece la universidad a través de sus distintas unidades académicas. 

Horas de interacción pedagógica y horas de trabajo autónomo

El CRE se define como “la unidad de tiempo total de trabajo académico que estimativamente dedican los/as estudiantes para alcanzar los objetivos formativos de cada una de las unidades y/o actividades curriculares que componen el plan de estudios” (Despacho C.A.A. N° 231). Esta unidad de tiempo está compuesta, por un lado, por las horas de docencia o interacción pedagógica docente-estudiantes, independientemente de la modalidad, incluyendo tiempo de prácticas en terreno. Por el otro, se contemplan las horas de trabajo autónomo del estudiante que son adicionales a las de docencia o interacción pedagógica. 

Puntualmente, los objetivos son tres: la visibilización del trabajo autónomo más allá de las horas tradicionalmente reconocidas en los planes de estudio; la facilitación del reconocimiento de las trayectorias estudiantiles tanto entre instituciones del sistema nacional como también a nivel internacional, y la flexibilización de los planes de estudio y de los recorridos que habilitan, contemplando el reconocimiento de diferentes actividades formativas. 

En tanto política académica, el Sistema busca garantizar el derecho a la educación, revisando algunos sentidos naturalizados sobre la duración de los estudios, el volumen y tipos de contenidos, los mecanismos de reconocimiento de saberes y las prácticas formativas. Esto permitirá, entre otros aspectos, acreditar saberes y competencias que permitan continuar los estudios en otras instituciones; mejorar la inserción en el mercado laboral y remover los obstáculos que alarguen excesivamente la duración de las carreras.