El rector Andrés Sabella se refirió al proyecto de Ley de Financiamiento Universitario y resaltó que “en los últimos 15 meses se ha perdido, en términos de poder adquisitivo frente a la inflación, alrededor de un 40%” repercutiendo en los salarios de los trabajadores, becas estudiantiles y gastos de funcionamiento.

El proyecto de Ley de Financiamiento Universitario es fruto del consenso entre el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el Frente Sindical de Universidades Nacionales y la Federación Universitaria Argentina (FUA). “Es un proyecto que surge de la discusión y del consenso de todos los actores que conformamos el sistema público universitario”, expresó el rector Andrés Sabella en una entrevista con el noticiero Cosas Nuestras de Concepción del Uruguay.

Respecto al proyecto de ley, Sabella remarcó que “se origina en la preocupación ante el financiamiento que viene teniendo el sistema universitario y el sistema científico y tecnológico argentino. Un sistema que en los últimos 15 meses ha perdido, en términos de poder adquisitivo frente a la inflación, alrededor de un 40%”. Dicha pérdida repercutió principalmente en los salarios de los trabajadores universitarios, tanto docentes como no docentes; las becas de los estudiantes y en los gastos de funcionamiento.

“El año pasado hubo un intento por parte de legisladores nacionales de generar una ley que fue aprobada por el Congreso, pero que fue vetada por el presidente de la nación. Al volver a ingresar al Congreso, como todo veto, requiere de mayorías especiales de dos tercios que, por muy pocos votos, no se logró para rechazar el veto presidencial”, recordó el rector. Asimismo, comentó que en el Congreso “una mayoría muy significativa está de acuerdo con la necesidad de proteger y sostener el financiamiento del sistema universitario”.

Sabella resaltó también que el proyecto de ley tiene dos aspectos fundamentales. Por un lado, “marca un norte respecto a qué considera el sistema universitario de hacia dónde tiene que ir el presupuesto universitario”. Pero además, se tiene en cuenta la intención del gobierno nacional de la inexistencia del déficit fiscal: “No se está pensando de manera descontextuada sino que se intenta imitar lo que tienen otros países de la región. Argentina en unos 5, 6, 7 años, pueda tener un presupuesto para la educación superior cercana al 1,5% del PBI. Hoy estamos en el 0,8; es decir que en realidad hay un proyecto serio de decir que, si este camino es de interés político institucional, si es una política de Estado, se puede lograr”.

Por el otro lado, “lo que se hace es pedir una reorientación de las partidas que forman parte de las coparticipaciones federales, intentando desde allí redistribuir partidas hacia la educación superior. Entonces, si ese incremento de superávit fiscal el gobierno lo cumple como lo viene diciendo, el financiamiento de estos montos de ninguna manera va a afectar ese objetivo de superávit fiscal que se ha fijado el Ejecutivo nacional”.

El proyecto de ley presentado por el CIN se encuentra en la Comisión de Enseñanza de la Cámara de Diputados, donde también hay un par de iniciativas del mismo tenor presentado por otros legisladores. En ese sentido explicó: “Los objetivos de estos proyectos son todos similares, algunos tienen algunos elementos más, otros tienen algunas cosas menos, pero los objetivos esenciales de proteger el salario de los trabajadores, las becas de los estudiantes, el financiamiento del sistema científico y tecnológico, están presentes en todos. Lo que viene en lo inmediato es una discusión de esos tres proyectos en la Comisión y la solicitud de darle tratamiento parlamentario. La dificultad que se presenta, al igual que el año pasado, es que la Comisión de Hacienda –presidida por el diputado José Espert (LLA)– no quiere tratar el proyecto. No obstante eso, hay elementos conforme a los reglamentos de la Cámara que permiten darle estado parlamentario y tratar el tema directamente dentro del recinto”.

Finalmente, Sabella destacó: “Argentina es un país que tiene una historia vinculada a la educación pública, y eso el sistema universitario lo ha sentido fuertemente el año pasado en las marchas universitarias que fueron masivas a lo largo y ancho de todo el país.


Hoy la UNER tiene más de 24 mil estudiantes, y nosotros insistimos en que somos una universidad por y para los entrerrianos. Más del 90% de nuestros estudiantes son de la provincia, con lo cual tenemos la obligación de generar un vínculo directo entre las necesidades que tienen nuestros conciudadanos en educarse, justamente en educación superior, y de allí la razón de ser de la universidad”.