Un equipo de la Facultad de Bromatología trabajó en el análisis del desperdicio de alimentos en servicios de 9 universidades, incluida la nuestra. Este diagnóstico permitirá diseñar e implementar distintas acciones.

En el marco de la Estrategia Argentina 2030 Valoremos los Alimentos y el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos (PNRPDA), un equipo de la Facultad de Bromatología UNER participó del estudio Aproximación del Desperdicio de alimentos en comedores universitarios de Argentina. De esta manera, el Grupo de trabajo de Universidades busca colaborar con la gestión del conocimiento y el fomento de iniciativas vinculadas a la reducción de las pérdidas y desperdicio de alimentos (PDA) en la comunidad educativa. Participaron 9 Universidades de 6 provincias argentinas, y esto incluyó a los 6 comedores de la Universidad Nacional de Entre Ríos.

Previo a este informe, las universidades carecían de datos referidos a este tema. En diálogo con UNER Medios Agostina De la Fuente, licenciada en Nutrición, docente de la Facultad de Bromatología y referente del Programa UNER Saludable, dialogó sobre la participación de UNER en el estudio. “Es una problemática que nos involucra a todos como consumidores, y un tema que se aborda en algunas cátedras de Nutrición. Y el año pasado se decidió llevar a cabo este estudio; desde la Facultad de Bromatología participamos, tanto de la prueba piloto para ajustar la metodología y el instrumento de recolección de información, como en el contacto con todos los referentes de los servicios de alimentación de la Universidad. Coordinamos un encuentro y completaron una encuesta, lo cual fue un desafío, pero la verdad es que hubo una muy buena predisposición para participar”. El proyecto fue evaluado y aprobado por el Comité de Ética de la Facultad de Bromatología.

Para definir desperdicio alimentario, se utilizó la definición del índice de desperdicio de alimentos (IDA) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente: alimentos y bebidas y sus partes no comestibles que se retiran de la cadena de suministro de alimentos para consumo humano en alguno de los siguientes sectores: comercio minorista, servicios de alimentación y hogares. Se consideraron los desperdicios de alimentos en cuatro etapas: recepción y almacenamiento de materias primas; elaboración; distribución y servicio. 

“Es importante mencionar que recolectar datos de toda la Universidad nos permite tener un diagnóstico de cuál es la situación en cuanto a este tema, y en función de eso empezar a hacer acciones de mitigación. Además, también surgió una tesina de grado de un estudiante de Nutrición, que está en desarrollo actualmente. Así que también nos parece un tema sumamente enriquecedor para la formación de estudiantes”, añadió la docente.

Para finalizar, detalló que “este año seguimos trabajando de manera activa, pero particularmente nos vamos a enfocar en la elaboración de una guía de reducción del desperdicio en este tipo de servicios de alimentación”.