La UNER se encuentra en la etapa final de la Autoevaluación, que apunta al fortalecimiento y crecimiento institucional. La comunidad universitaria participó del proceso, a través de talleres, encuestas y la elaboración de un informe final, que destaca fortalezas y debilidades y reconoce los retos para construir la Universidad de cara al futuro.

En 2024, la Universidad Nacional de Entre Ríos inició un nuevo proceso de autoevaluación, que recabó datos cualitativos y cuantitativos a través de la participación de toda su comunidad. Sus valores (democrática; de calidad institucional y académica; gratuita; inclusiva, plural y accesible; comprometida y pertinente; innovadora; ética y transparente; y sostenible), definidos a través del Plan Institucional Participativo (PIP), fueron las bases que construyeron la identidad y guiaron el compromiso institucional.
Tal como establece la Ley de Educación Superior, en su artículo 44, las instituciones de educación superior deben llevar a cabo procesos de evaluación institucional cada seis años. Este proceso se desarrolla en dos fases: una de autoevaluación y otra de evaluación externa que estará a cargo de pares evaluadores. Los pares son miembros del sistema universitario que aportarán una mirada tendiente a la mejora de políticas y procesos llevados adelante en el marco de las definiciones del proyecto educativo de la universidad.

Durante esta primera etapa se realizaron talleres en las distintas unidades académicas y dependencias de la Universidad, donde docentes, no docentes, estudiantes y graduados trabajaron activamente en el análisis de la institución y en sus desafíos. Además, se entrevistaron actores externos, para poder conocer otras miradas sobre el desarrollo de la UNER, y la perspectiva y necesidades a futuro.
También se llevó adelante una encuesta en la que participaron diferentes miembros de la Universidad: docentes, no docentes, graduados y estudiantes. Las voces de la comunidad permiten orientar el futuro desarrollo institucional y contribuyen a la mejora y crecimiento, para acompañar y promover el desarrollo de nuestra sociedad.
Una vez concluida la fase de autoevaluación, la UNER debe presentar el informe correspondiente y solicitar que se dé comienzo a la segunda fase del proceso. La evaluación externa tiene como objetivo contribuir al mejoramiento de la calidad de la institución. Para ello, se buscará conocer, comprender, explicar y ponderar la situación de la Universidad. El proceso debe señalar los logros y dificultades y efectuar recomendaciones en el marco del proyecto institucional de la propia Universidad.

La autoevaluación se define como una mirada particular que la institución hace sobre sí misma. Se construye colectivamente a través de sus integrantes, quienes realizan una valoración del proyecto institucional, sus objetivos y perspectiva de desarrollo. Este proceso implica evaluar nuestro presente como universidad para construir nuestro futuro.

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