La investigadora de la Facultad de Ciencias de la Salud hizo hincapié en las medidas de prevención necesarias para evitar el crecimiento en la población del aedes aegypti, durante todo el año y no únicamente en verano.
Según el último informe del Ministerio de Salud de la Provincia, en Entre Ríos se reportaron 539 casos de dengue en el período del 1 de agosto de 2023 al 12 de febrero de 2024 (231 de origen autóctono, 85 importados y 223 en investigación). En diálogo con A Tres Bandas por Radio UNER, Martina Villanova, Magíster en Ingeniería Ambiental, investigadora y docente de la Facultad de Ciencias de la Salud, indicó que el mosquito aedes aegypti, vector de la enfermedad, “está muy presente en nuestra región, y no es eliminable. Lo que podemos hacer como ciudadanos, y también a través de políticas públicas, es trabajar en el control de ese vector”.
El mosquito “es de coloración oscura, negro y tiene franjas plateadas. En el invierno también está presente en menor proporción, por el hecho de que su reproducción se ve totalmente afectada por la baja de temperatura. Pero debemos tener en cuenta como ciudadanos que el virus está en el cuerpo del mosquito en una fase latente, para volver a reiniciar el ciclo cuando las temperaturas suben. Por lo tanto, no podemos bajar la guardia respecto a las medidas de prevención”, advirtió.
Acerca de las condiciones que necesita el mosquito para su desarrollo, puntualizó en “la ocurrencia de temperaturas elevadas y sostenidas y también la necesidad de contar con un elemento que contenga agua como para reproducirse, para su fase acuática. Las precipitaciones hacen que proliferen los sitios de criaderos”. De allí la importancia de “evitar los sitios que acumulen agua, incluso en invierno, porque los huevos quedan adheridos sobre esas superficies. Entonces comienzan a reproducirse llegadas las temperaturas que lo benefician”, explicó Vilanova. Asimismo, aclaró que “este mosquito está en agua limpia siempre. En una laguna natural podemos llegar a encontrar otra especie, pero no al aedes aegypti”.
En relación a los pedidos de fumigación como parte de las medidas preventivas, aclaró: “Si bien es una cuestión que socialmente está muy requerida, tenemos que tener en cuenta el ciclo de vida del mosquito. Una hembra es capaz de colocar alrededor de 700 huevos, entonces, supongamos que el municipio hace una fumigación, será efectiva solamente para la etapa voladora del mosquito”. Por lo tanto, “si no evitamos los criaderos de mosquitos o que el pasto esté alto, que es donde se refugian en las horas de menor actividad, se van a seguir reproduciendo los huevos y va a haber mosquitos a los cuales no llegó la pulverización”, afirmó. La fumigación es principalmente recomendada “cuando tenemos un caso sospechoso o confirmado, o sea, cuando se hace un bloqueo epidemiológico”, finalizó Villanova.