En el marco del Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales (AIPAA 2022), un grupo de extensionistas de la Facultad de Bromatología desarrolla el proyecto Tirando Redes. Su objetivo es estimular el consumo, el agregado de valor y la oferta de pescado, para contribuir con las economías locales, la inocuidad, la soberanía alimentaria y la oferta gastronómica.
Se trata de una propuesta de extensión que trabaja de manera articulada con las y los pescadores artesanales, acuicultores y trabajadores del pescado, para fortalecer la seguridad alimentaria y el uso sostenible de los bienes naturales. La iniciativa es coordinada por María Clara Melchiori, docente y magíster en Ciencias de la Nutrición, quien compartió detalles de la propuesta con UNER Medios.
Durante el 2021 el equipo llevó a cabo la Acción de Extensión Los frutos y los pasos de mi pueblo. Ese recorrido constituyó un antecedente para la actual propuesta, que fue pensada “como una instancia de articulación de las funciones docencia, investigación y extensión y están involucradas varias cátedras -desde cuarto hasta primer año- de la Licenciatura en Nutrición”, comentó la docente.
“En el proyecto confluimos gastronómicos, bromatólogos, nutricionistas, estudiantes y docentes, para trabajar diferentes aspectos sobre la manipulación higiénica y las formas de elaboración, de servicio y de conservación del pescado”, mencionó. La Cooperativa de Trabajadores Gastronómicos, integrada por egresadas de la Facultad, también forma parte de la iniciativa. “Con su colaboración nos permiten conocer más técnicas culinarias y complementar saberes”, sostuvo Melchiori.
Entre las actividades intercátedras, se pusieron en común recetas “que pretendemos trabajar con cocineras de comedores escolares y comunitarios de Islas del Ibicuy, en una instancia de capacitación e intercambio, para promover el consumo de pescados de río de la zona”, mencionó. También “se elaboraron comidas para conocer el procedimiento correcto y posteriormente poder compartirlas en talleres específicos, en Villa Paranacito”.
Desde la iniciativa además se construyen espacios de diálogo para reforzar los vínculos entre las y los pescadores artesanales, el sector gastronómico local, las instituciones de ciencia y técnica, artistas locales e instituciones educativas. En ese sentido, bajo la premisa de librería temática y la organización de una profesora de la Biblioteca Popular Sarmiento de Gualeguaychú, se expusieron obras para las niñeces y juventudes, relacionadas con el eje del proyecto.
La dimensión artístico-cultural es uno de los aspectos más relevantes que el equipo despliega. Así, junto a la EDUNER se desarrolló el espacio El Río en la Palabra que congregó a personas provenientes de Letras, en el Mercado Municipal de Gualeguaychú. “Mientras leíamos textos y escuchábamos música de niños isleños cantando y se recitaban poemas. Además la profesora Gladys Zagert, que nos honró con su presencia, expuso una obra enmarcada en el agua y en el río”, describió Melchiori.
Asimismo, a partir de la recopilación de poemas que pertenecen a escritores entrerrianos y evocan el paisaje ribereño, Tirando Redes dió origen a la colección de la Biblioteca Parlante Mirá lo que te Digo de la Facultad de Ciencias de la Educación. “Hoy ya tenemos 18 piezas sonoras disponibles para difundir”, enfatizó la coordinadora y agregó que “a partir de ese trabajo trazamos un vínculo con Radio Nacional Gualeguaychú”.
Una de las características del proyecto es que une distintos puntos de Entre Ríos. De esta forma, junto a integrantes de la Biblioteca Sandor Mikler el equipo llevó a cabo diversas actividades en Villa Paranacito. En un trabajo conjunto con el Centro de Integración Comunitaria y la Departamental de Escuelas, se llevó a cabo una investigación en la totalidad de establecimientos educativos del éjido: “Construimos un mapeo participativo, con el objetivo de conocer la visión sobre el consumo de pescado de la población isleña”, detalló la extensionista.
Con el fin de lanzar las propuestas culturales participativas, el equipo extensionista realizó un encuentro en esa localidad, el 6 de junio. Se desarrollaron concursos de literatura y de recetas saludables, se ofreció un itinerario de lecturas para las infancias y, a través de actividades, se invitó a recuperar fotografías y a recopilar recetas costeras de las familias que habitan el territorio isleño. Se trató de un “momento propicio para la narración de cuentos, el disfrute de sabores, el despliegue de colores y el fortalecimiento de vínculos institucionales”, en palabras del grupo responsable.
“La recepción del proyecto fue increíble, porque en verdad la motivación de las integrantes de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular de Villa Paranacito es enorme. Ellas lanzaron actividades por su parte, que se van a complementar con las nuestras”, concluyó Melchiori.