A través del programa UNER Saludable, nuestra universidad se suma a la conmemoración del Día Nacional de la Higiene y Seguridad en el Trabajo. Carlos Thea, referente de Rectorado en la temática, se refirió al trabajo de su área y a los desafíos de la vuelta a la presencialidad plena.

En nuestra Universidad, dentro del Área de Higiene y Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente, dependiente de la Secretaría General, se conformó un comité integrado por un representante de cada una de las facultades y de Rectorado. “Esto nos permite detectar las necesidades que surgen, porque tenemos que llevar adelante una mejora permanente en cada una de las unidades académicas. Estamos en comunicación, nos reunimos periódicamente, intercambiamos información y trabajamos, tanto en temas que nos son comunes, como también en algunos casos particulares”, comentó Thea. Asimismo expresó que por la diversidad y distribución de nuestras unidades académicas en toda la provincia “resulta importante trabajar coordinadamente, y hemos encontrado la manera de hacerlo”.

Por otra parte, indicó que las necesidades y demandas que surgen en las facultades “las vamos canalizando en función de la disponibilidad de recursos, que pueden ser propios de la Universidad o a través de la Secretaría de Políticas Universitarias. Algunas son menores, como por ejemplo una pequeña modificación en la instalación eléctrica, y otras veces se requieren proyectos e inversiones más importantes”. Por ese motivo, destacó el trabajo coordinado del comité de Higiene y Seguridad “con el área de Construcciones de la Universidad, porque a la hora de hacer alguna reforma siempre vamos a necesitar un proyecto, y a la vez, cada intervención en un edificio debe tener una mirada desde el punto de vista de la Higiene y Seguridad”. 

Sobre el trabajo que realiza el comité actualmente, Thea detalló: “Estamos trabajando en varias cuestiones respecto a la accesibilidad de los edificios. Por otra parte también se incorporan nuevas carreras que de pronto demandan instalaciones, laboratorios o equipamientos específicos. Por lo tanto, la necesidad de intervención es permanente y la manera de trabajar es coordinada”.

Presencialidad plena y también cuidada

Después de dos años de pandemia, los espacios de la universidad volvieron a congregar al personal y estudiantes de la UNER, con presencialidad plena. Este nuevo escenario, aseguró Thea, conlleva “seguir cuidándonos. La pandemia o la posibilidad de contagio de otras enfermedades virales no desaparece, sobre todo en esta época de otoño. El cuidado personal, la higiene de manos y de los lugares de trabajo son hábitos que necesariamente tenemos que seguir practicando”, sostuvo.

Imagen: Freepik

Asimismo, el referente de Higiene y Seguridad afirmó que, más allá de la pandemia, “los sistemas de ventilación y la renovación de aire debieron ser siempre un motivo de atención. En época de invierno tendemos a minimizarlo, pero es un aspecto que no debemos dejar de lado”. Por eso “hemos implementado la medición indirecta de carga viral a través de medidores de dióxido de carbono en el ambiente, que nos permite diseñar los sistemas de ventilación desde lo más elemental, como la apertura de puertas y ventanas”. 

Quienes deseen interiorizarse o reforzar los conocimientos, en el Aula de Capacitación y Desarrollo del Campus virtual de la UNER se encuentra disponible el Curso “Higiene y Seguridad” que se realizó para todo el Personal de la Universidad, para construir de manera colectiva.

Por último, Thea concluyó con un mensaje para toda la comunidad de la UNER, que suma en el camino hacia una Universidad saludable: “La renovación de aire es una medida de prevención importante y cuanto mayor cantidad de gente tengamos en espacios cerrados, más la necesitamos. Lo mismo la higiene, con todos los elementos que hemos utilizado durante la pandemia. Estos son los desafíos que tenemos por delante: no bajar la guardia, al contrario, mantener estos sistemas de prevención”.