Para el estudiantado, el inicio del verano marca el comienzo del estudio intensivo para preparar exámenes finales. Esto implica organización, planificación y estrategias, que permiten llegar de la mejor manera a las mesas evaluatorias. ¿Qué es necesario tener en cuenta?  

En diálogo con UNER Medios Gabriela Bojarsky, integrante de la Asesoría Pedagógica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y licenciada en Ciencias de la Educación, aportó algunos aspectos a tener en cuenta para el proceso de estudio. 

Según la asesora, tanto en relación al cursado como al momento de rendir es importante tener en cuenta las etapas de preparación que permitirán la apropiación de una asignatura. “En primer lugar, es necesario organizar el material de estudio y seleccionar el ambiente donde se va a estudiar. Además, siempre recomendamos tener a mano el programa de la materia, porque es el mapa que guía con los contenidos, las unidades y el recorrido de estudio”, mencionó.

Bojarsky también comentó que “algunos estudiantes optan por estudiar en soledad durante el primer contacto con el material y luego realizan la revisión o el repaso con otros, de manera grupal, lo que enriquece y ayuda mucho al proceso”. Asimismo, hay diferentes estrategias que colaboran en el momento de estudio, como “tener a mano lápiz y papel para realizar anotaciones, hacerle preguntas al texto, destacar las ideas principales”, detalló.

No se va a acumular conocimiento por quedarse la noche anterior a estudiar, eso no ayuda.

Además, para la licenciada es fundamental aprovechar las clases de consulta que ofrecen las y los docentes, en las que “no se explica un tema, sino que cada estudiante puede hacer consultas puntuales sobre lo que no entendió”. Muchas veces esos espacios no se valoran, por lo que también remarcó que es útil asistir “con algún estudio previo para que aparezca la pregunta, la duda”.

La presentación a una mesa de examen es otra de las instancias decisivas. Descansar bien la noche anterior y estar en un estado de tranquilidad, son puntos a considerar. “No se va a acumular conocimiento por quedarse la noche anterior a estudiar, eso no ayuda”, sostuvo. 

La asesora también hizo hincapié en lo esencial de ir aprendiendo todas estas técnicas de trabajo intelectual, para que la instancia de evaluación sea lo más gratificante posible. Si bien conlleva nervios, que se traducen a veces en cuestiones físicas, una buena preparación contribuye a manejarlos. En ese marco, recomendó “tomar esa instancia como una más de aprendizaje y tratar de ver, luego de rendir, cómo fue ese momento, en qué se falló y en qué no, para que sirva en los siguientes exámenes”.

Recurrir a los espacios de apoyo que existen en las facultades, es otro de los consejos. “En todas las unidades académicas hay sistemas de tutorías o asesorías pedagógicas que pueden acompañar estos procesos, incluso si luego de rendir quedaron dudas; es necesario revisar con y desde la mirada de otros cómo nos preparamos para estudiar”, enfatizó. 

El proceso de elección de carrera

Para quienes se encuentran en el momento de elección de carrera, la asesora también brindó algunas pautas y explicó que es primordial indagar sobre las diferentes ofertas académicas, abrir el panorama de opciones disponibles y ponerlas en la balanza. “Para eso es fundamental el autoconocimiento, poder reconocer desde lo personal cuál es la experiencia, los intereses, potencialidades y visiones, además de hacer una autoreflexión de la trayectoria propia”, detalló.

Por otra parte, mencionó que “cuanto más a conciencia se hace la elección de una carrera y más información se tiene al respecto, con más confianza y seguridad se va a poder iniciar un trayecto formativo”. Con ese objetivo, se deben tomar distintas referencias: “No una sola palabra o experiencia, sino buscar distintas fuentes profesionales y escuchar distintas voces”. 

Desde su rol en la asesoría durante varios años, Bojarsky aconseja considerar el impacto de las decisiones a corto, mediano y largo plazo. “No es sólo pensar en el título que voy a obtener y en qué me habilita, sino en cómo lo voy a alcanzar, qué necesito para iniciar esa carrera”, afirmó. Según la licenciada, se deben tener en cuenta las distintas etapas: “Si hay que ir a vivir a otro lugar, o viajar, si se trabajará a la par de la cursada”. Asimismo, proyectar cómo se va a llevar adelante la carrera.