Se realizó un nuevo webinario sobre la importancia de sumar mejores hábitos: alimentación saludable, actividad física y ambientes libres de humo de tabaco.

Se desarrolló un nuevo webinario en el marco del Programa UNER Saludable, actividad que mostró una nutrida participación por parte de quienes integran la universidad. En modalidad virtual y permitiendo llegar a diferentes localidades, se contó con el apoyo del área de Coordinación de ECNT (Enfermedades Crónicas No Transmisibles) del Ministerio de Salud de Entre Ríos. Se trataron temas relacionados al cuidado de la salud: alimentación saludable, actividad física y ambientes libres de humo de tabaco.
El panel estuvo conformado por Evelyn Baraballe, Lic. en Nutrición; Sofía Laporta, Profesora de Educación Física y Cynthia Wolosko, Responsable Técnica del Programa Provincial Libre de Humo de Tabaco.

En diálogo con UNER NOTICIAS, la licenciada Evelyn Baraballe destacó el “papel protagónico de las universidades en cuanto a promoción de la salud se refiere. La universidad como institución académica y humana, forjadora de personas y de la sociedad, ofrece numerosas oportunidades para la promoción de la salud”. Según describe la especialista en Nutrición, las casas de altos estudios representan espacios en donde confluyen jóvenes y adultos, los cuales pasan una parte importante de sus vidas estudiando o trabajando. Las mismas “pueden fomentar una cultura de prevención y modificar sus estilos de vida, los de sus familiares y otras personas del entorno mejorando así la situación de salud de la comunidad en general”, agrega la disertante.

En la exposición de UNER Saludable se profundizó sobre las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) que son patologías de larga duración, cuya evolución es generalmente lenta. Dentro de este grupo se encuentran las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas, la diabetes, la enfermedad renal crónica, la obesidad y el cáncer. Éstas representan una verdadera epidemia que va en aumento, debido al envejecimiento de la población y los modos de vida actuales que acentúan el sedentarismo y la alimentación inadecuada. En su conjunto, representan más del 70% de las muertes y suelen compartir factores de riesgo comunes como: la alimentación inadecuada, el sedentarismo y el tabaquismo.

Precisamente, dentro de los fundamentos para promover la alimentación saludable en la universidad, señala Baraballe: “La problemática se ve reflejada en el consumo insalubre de calorías y algunos componentes que generan hipertensión, colesterol elevado, diabetes y sobrepeso. O en la poca incorporación de otros (vitaminas, minerales, fibras y grasas poliinsaturadas), que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. La baja ingesta de frutas y verduras ocasiona el 19% de los cánceres del tubo digestivo, el 31% de la enfermedad coronaria y el 11% de la enfermedad cerebrovascular. El incremento del consumo de alimentos procesados y ultraprocesados ha sido sin duda un factor determinante en el incremento de la obesidad, la diabetes, y las ECV.  En el ámbito de las universidades, es importante fomentar el consumo de agua potable y evitar ofrecer en el establecimiento educativo bebidas azucaradas. Éstas últimas, entre las que se incluyen la mayoría de gaseosas, refrescos procesados y jugos, las llamadas aguas saborizadas artificiales, se vinculan con mayor riesgo de aparición de diferentes problemas de salud, como el sobrepeso y la obesidad”, concluye.

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En relación a la alimentación en el contexto de pandemia, el Área de Coordinación de ECNT elaboró un apartado mediante el cual, a modo de síntesis, destaca que  ningún alimento ni suplemento dietético puede prevenir ni curar la COVID-19, pero sí la alimentación saludable es importante para el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Una nutrición apropiada es muy importante durante la pandemia; lo que comemos y bebemos puede afectar la capacidad de nuestro organismo para prevenir y combatir las infecciones y para recuperarse de ellas. De esta forma vamos a incorporar las vitaminas y minerales necesarios para fortalecer el sistema inmune, como también proteger a la flora intestinal, que es una barrera inmunológica esencial para hacer frente a las enfermedades. La integridad del estado nutricional contribuye de manera significativa protegiendo frente al contagio y durante la convalecencia asociada con cualquier tipo de proceso inflamatorio, incluida la infección por SARS-CoV-2. 

Finalmente una investigación realizada por científicas del CONICET reveló como cambian las costumbres alimenticias de la población argentina en tiempos de pandemia. Tomando una muestra, se observaron modificaciones en los hábitos durante este período caracterizados por incremento en la preparación de comidas caseras, aumento en cantidad de alimentos desaconsejados como harinas, golosinas, gaseosas y alcohol, y además una reducción en el consumo de frutas y verduras. Los fundamentos que surgieron sobre este incremento, tuvo como causas el estrés y la ansiedad. El aumento del estrés, la ansiedad a causa del aislamiento, así como las razones económicas y aquellas que devienen de las dificultades de acceso a los puntos de venta; son algunas de las hipótesis que consideran las responsables del proyecto para explicar el evidente cambio en los hábitos alimentarios. 

Uner Saludable

El Área de Capacitación y Desarrollo de la Secretaría General UNER, a cargo de Alina Francisconi, estableció una agenda a lo largo de este año con un Ciclo de Webinarios, capacitaciones y talleres bajo el título “La necesidad de liderar el cambio acompañando, en un retorno seguro y responsable”, actividades destinadas a la comunidad docente y personal no docente de la universidad.