“Stock de carbono en especies arbóreas del Espinal Entrerriano”, fue la investigación desarrollada por la ingeniera agrónoma y becaria posdoctoral del CONICET Silvana Sione y su equipo, perteneciente a la Facultad de Ciencias Agropecuarias. El objetivo fue estimar el stock de carbono (C) en la biomasa arbórea de los bosques nativos del Espinal y valorar el servicio ecosistémico que prestan ante escenarios de cambio climático. 

“La información obtenida mediante un relevamiento de especies -detalló Sione en diálogo con UNERMedios-, permite valorar el servicio ambiental que brindan los bosques nativos como sumidero de carbono en un escenario de cambio climático. Es prioritaria su protección contra la deforestación y la degradación”, explicó. 

“Cuando hablamos de emisiones por deforestación y degradación forestal -relata la docente-, resulta relevante conocer los llamados factores de emisión, que están directamente relacionados con las reservas de carbono que poseen los bosques en sus diferentes compartimentos. Estos factores varían con las especies que lo componen, con el tipo y la edad del bosque, el estado de degradación, etc. Dicho de otro modo, el nivel de emisiones provenientes de la deforestación, no será el mismo si la pérdida de superficie boscosa se da en el Espinal o si ocurre en la provincia Chaqueña”. 

En ese sentido, Sione destacó la importancia que tiene disponer de información específica para cada tipo de bosque. “Para los del Espinal hemos desarrollado diferentes herramientas, como modelos alométricos y factores de expansión de la biomasa, en las tres especies arbóreas más características”. También aclaró que “en Argentina resultan escasos los estudios tendientes a desarrollar este tipo de herramientas en especies arbóreas nativas”. 

“La información obtenida mediante un relevamiento de especies permite valorar el servicio ambiental que brindan los bosques nativos como sumidero de carbono, en un escenario de cambio climático. Es prioritaria su protección contra la deforestación y la degradación”

Ordenamiento de bosques nativos

Un aspecto esencial está centrado en el Ordenamiento Ambiental del Territorio, el cual debe asegurar el uso adecuado de los recursos ambientales y permitir la producción sostenible. Al respecto, la entrevistada indicó que los bosques nativos están categorizados y detalló: “Las categorías I o roja no deben transformarse y ameritan su perpetuidad, dados sus valores ecológicos; los bosques incluidos en categoría II o amarilla no pueden ser deforestados, pudiendo ser restaurados y sometidos a aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica; finalmente, la categoría III o verde son los únicos que pueden transformarse en forma parcial o total, dentro de los criterios de la ley 26.331”. 

Sobre la mencionada ley, Sione explicó que establece “Presupuestos Mínimos” y, como tal, se trata de una reglamentación que concede la tutela ambiental común de los bosques nativos para todo el territorio nacional. En este sentido, mencionó que “actualmente se está desarrollando a nivel nacional una capacitación sobre temáticas relacionadas a las medidas de mitigación en el sector de bosques nativos, a cargo de la Red Argentina de Ciencia y Tecnología Forestal, en donde participan profesionales de instituciones tales como Universidades Nacionales -la UNER es una de ellas-, CONICET e INTA”.

Finalmente, la especialista resaltó la donación de 82 millones de dólares que recibió Argentina por parte del Fondo Verde del Clima (FVC), organismo creado por la ONU para la lucha contra el cambio climático. Detalló que este incentivo fue otorgado “porque el país demostró reducciones de emisiones por la deforestación evitada durante el período 2014-2016, derivado de la implementación de la Ley 26.331 en cuatro de las principales regiones forestales del país; una de ellas el Espinal, en la que quedan incluidos los bosques entrerrianos”. Sione además subrayó que “estos fondos serán utilizados para preservar cuencas forestales, extender el área de bosques bajo manejo sostenible, trabajar en la ganadería integrada con bosque nativo y generar mecanismos de integración social para las comunidades”. 

Medio ambiente y cambio climático

Respecto al cambio climático, la docente -quien se desempeña en la cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios- comentó que se trata de “una de las grandes transformaciones globales que afectan al planeta, causada principalmente por el aumento en la concentración de gases de efecto invernadero (GEI)”. Según la especialista, la contribución de las actividades humanas a este cambio global fue confirmada en el último informe presentado por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), el pasado mes de agosto.

“En el documento se afirma que los cambios climáticos recientes son generalizados, rápidos y cada vez más intensos, no tienen precedentes en miles de años, a la vez que considera indiscutible el origen antrópico de este fenómeno”, describió. También agregó: “Lo más preocupante es que algunas de las modificaciones ya producidas en el sistema climático serían irreversibles. Sin embargo, si se logra limitar el calentamiento global, algunas variaciones podrían ralentizarse e incluso detenerse, para lo cual resulta urgente reducir las emisiones de GEI que sean inmediatas y a gran escala. En este sentido, resulta vital el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas”. 

Sobre la posición de nuestro país en materia ambiental, Sione detalló que “Argentina ha tenido y tiene participación activa en las negociaciones internacionales en materia de medio ambiente y climática. Ejemplo de compromisos asumidos por el país fue la ratificación de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en 1993, el protocolo de Kyoto y del Acuerdo de París en 2016. El objetivo principal de la CMNUCC, es estabilizar las concentraciones de GEI en la atmósfera a un nivel que impida las interferencias antropogénicas peligrosas para el sistema climático”. 

“Lo más preocupante es que algunas de las modificaciones ya producidas en el sistema climático serían irreversibles. Sin embargo, si se logra limitar el calentamiento global, algunas variaciones podrían ralentizarse e incluso detenerse, para lo cual resultan urgente reducir las emisiones de GEI”.

Asimismo, la docente precisó que el Acuerdo de París consiste “en reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo el aumento de la temperatura en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados”. 

Cabe mencionar que, según Sione, “en el marco del Acuerdo de París (diciembre de 2020), Argentina presentó ante la CMNUCC su segunda Contribución Nacionalmente Determinada (NDC), elaborada por el Gabinete Nacional de Cambio Climático (GNCC), en la que se establecen los compromisos del país para intensificar sus acciones contra el cambio climático, ya sea para reducir las emisiones de GEI o para adaptarse a los impactos producidos por ese fenómeno. En su NDC, Argentina se compromete a no exceder, a 2030, la emisión neta de 359 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente, aplicable a todos los sectores de la economía”.