Pasados 40 años desde que se conocieron los primeros casos y a 20 años de la primera Declaración de Compromiso de las Naciones Unidas sobre el VIH, aún el estigma y la discriminación hacia las personas que padecen VIH SIDA son una gran barrera para brindar respuestas a nivel nacional.

Cada 1° de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra el Sida. Por ese motivo, UNER Medios contactó a Mariela Brem, licenciada en Enfermería, especialista en atención de ITS-VIH, educadora sexual y docente universitaria. Recientemente desarrolló un abordaje sobre los servicios de salud que brindan prestaciones a personas con VIH/SIDA y se han visto superados por la COVID-19, sobre todo en localidades con sistemas de salud debilitados.

La profesional se desempeña en el Hospital Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay, donde estuvo situado su trabajo para describir “la experiencia asistencial desarrollada en el período correspondiente a marzo 2020 y octubre 2021 en el consultorio de atención de personas con VIH-Sida”. En este sentido, profundizó que el análisis “se enfocó en cómo se vio influida la continuidad del diagnóstico, la atención y la accesibilidad a los tratamientos de las personas con VIH, en el contexto de la pandemia por COVID 19”. 

“Dada la alta demanda en la atención -explicó la docente-, vimos que en todo este período de tiempo se comprometió la atención de las personas con patologías crónicas, se realizó un menor número de diagnósticos precoces de infecciones de transmisión sexual y pocos controles de rutina en laboratorio”. La licenciada también afirmó que “los nuevos diagnósticos de VIH se efectuaron ante la evolución de la enfermedad, lo que amplifica el problema de resultados tardíos y agrava la salud de los afectados, que concurren en estadios avanzados de enfermedad por SIDA con complicaciones que aumentan los costos de atención”. 

Contexto de situación

Mariela Brem explicó que “el SARS CoV2 ha tenido algunas particularidades como la alta contagiosidad y rapidez en su evolución, lo cual superó a los sistemas sanitarios de la mayoría de los países con alta afectación inicial en relación a los recursos humanos en salud. Por este motivo desde nuestro servicio -dijo-, amplificamos estrategias para sostener la atención y favorecer la cobertura. También la falta de transporte de colectivos utilizada por los usuarios, nos obligó a implementar mecanismos que impidan la exclusión del sistema a muchas personas que no tienen medios propios para concurrir”, señaló.

La especialista indicó que, en tiempos de COVID 19, las herramientas tecnológicas han sido aliadas para el seguimiento de personas con diagnóstico positivo de VIH: “Vía remota, mediante una línea telefónica para brindar asistencia; por video llamadas atendimos consultas, brindamos contención emocional, recibimos y evaluamos resultados de laboratorios, evacuamos dudas, acompañamos a personas que se encontraban aisladas, entre otras situaciones. También se establecieron vínculos de comunicación con centros de referencia sanitaria, en localidades donde no se brinda atención específica a quienes tienen VIH”.

En algunos lugares de la provincia, afirmó la profesional, las personas no podían hablar de su diagnóstico con fluidez, “porque se sentían discriminadas en los servicios de salud donde debían recibir atención y hacer uso de sus derechos, como cualquier persona que tiene una afectación. Fundamentalmente nos contactamos con algunos centros de Basavilbaso, Rosario del Tala, Colón, San José, Villa Elisa, Arroyo Barú para enviar medicación e instrumentar  estudios de monitoreo tales como Carga viral y CD4”.

Las personas se sentían discriminadas en los servicios de salud donde debían recibir atención

Mariela Brem

Asimismo, detalló: “Insistimos sobre el acceso al diagnóstico oportuno de toda la población y especialmente a la persona gestante con su pareja, para tratar oportunamente infecciones de transmisión sexual (ITS), ya que los casos se han incrementado notoriamente en estos últimos años.  Su padecimiento favorece la entrada del VIH con mayor facilidad, y se hace necesario realizar un diagnóstico apropiado y tratamiento oportuno”.

Discriminación

El lema 2021 por el Día Mundial de lucha contra el SIDA es Poner fin a las desigualdades. Poner fin al sida. Poner fin a las pandemias. Hace referencia a los obstáculos relacionados con la prevención y el tratamiento del VIH. 

“La pandemia favorece la visibilización de una patología no reconocida en localidades que carecen de profesionales que resuelven consultas vinculadas al VIH -describe con preocupación la educadora sexual-. Adicionalmente y como un problema no menor, esta población no puede reclamar atención porque la discriminación en sus ámbitos laborales, familiares y en servicios de salud sigue siendo el principal problema. La interseccionalidad nos atraviesa a todas las personas, es un orden y una relación de poderes en las estructuras sociales, entonces ¿de qué manera podemos visibilizar un tema vinculado a la sexualidad, a las identidades de género y a las orientaciones sexuales? Son temas que no se están investigando en las instituciones de formación de recursos humanos para dar respuesta al VIH”. 

Contar con referentes locales que acompañen en el acceso al derecho de atención integral y a construir una sociedad más equitativa

Mariela Brem

Al consultarle sobre qué propuestas pueden contribuir a disminuir el estigma y la discriminación, Mariela Brem enfatizó sobre la necesidad de “tomar decisiones políticas y contar con referentes locales de las áreas de salud y educación, que acompañen en el acceso al derecho de atención integral y a construir una sociedad más equitativa.  Implementar servicios interdisciplinarios en localidades cabeceras de departamento, para facilitar la accesibilidad geográfica y descentralizar la atención de solo seis centros en la provincia como sucede en la actualidad (Paraná, Concordia, Chajarí, Concepción del Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú). Trabajar en forma articulada con las áreas de salud, educación y entes formadores de recursos humanos, donde se implementen en las currículas la educación sexual integral con perspectiva de género y fundamentación científica”. 

“Cabe mencionar -dice Brem-, que el discurso religioso y de las ciencias médicas se disputaron el poder de hablar sobre las personas diciendo que el VIH era fuente de pecado, y la homosexualidad el principal factor de riesgo sobre la enfermedad. Tampoco podemos obviar que la homosexualidad y la histeria femenina eran motivos de tratamiento médico hasta la mitad del siglo XX. Estas aberraciones surgidas del prejuicio de la ciencia, sumadas a la represión de las fuerzas de seguridad hacia todo lo que no encaja dentro de la norma, aún continúan vigentes en la sociedad. Debemos reconocer esto y hacernos cargo”, aseveró. Finalmente y a manera de reflexión la entrevistada agregó: “No todo es negativo. Hay recursos y estrategias que vinieron para quedarse y muchas herramientas y avances logrados”. 

Esta fecha, y en consonancia con las acciones que desarrolla el programa UNER Saludable, nos convoca a reflexionar sobre el cuidado de nuestra salud, el acompañamiento a quienes comparten nuestro entorno y la desestigmatización.