Fue en el marco de la reunión de cierre de año del Consejo Asesor de Marca Paraná. Se otorgaron menciones especiales a once personas en un proceso definido por votación abierta entre más de 2000 paranaenses, en el cual dos personalidades de UNER resultaron galardonadas.

El Consejo Asesor de Marca Paraná realizó la ceremonia el pasado 6 de diciembre en Sala Mayo, para reconocer a personalidades con una “Mención Especial”. Este galardón busca destacar a quienes han realizado aportes significativos en Paraná en diversas dimensiones. Algunas de estas personalidades están vinculadas a nuestra universidad con distintos roles, cuya labor ha dejado una huella importante en la capital provincial. En la categoría educación de calidad: Juan Antonio Vilar; en el ámbito de la ciencia, la tecnología, la innovación, las TICs: Virginia Peterson.

Juan Antonio Vilar es Profesor de Historia, con un trabajo comprometido y decidido en la formación de muchas generaciones de paranaenses a lo largo de una trayectoria de más de seis décadas. Se destaca como investigador y su aporte a la construcción de una perspectiva histórica federal reflejada en sus libros publicados. Fue docente en nuestra Universidad y varias de sus publicaciones integran el catálogo de EDUNER.

Virginia Peterson es Bioingeniera graduada de la UNER, especializada en Ingeniería Clínica. Trabaja en el Hospital de la Baxada desde hace nueve años, donde se encarga recibir, mantener y reparar el equipamiento médico, como así también de la gestión de compras de la tecnología medica. Su labor fue reconocida por la Federación Internacional de Ingeniería Clínica.

Contribución a la paz, justicia e instituciones sólidas

Como parte del Consejo Asesor del Programa Marca Ciudad, la Facultad de Trabajo Social propuso brindar una Mención Especial a Rosa Vera de Cisneros, del Club de Abuelas del barrio Belgrano y a Isabel Vergara madre de Martín Basualdo, desaparecido en democracia.


En esta categoría, la mención fue para Isabel Vergara. Desde el 16 de junio de 1994 su vida cambió para siempre. Salió del barrio La Floresta, en Paraná, para buscar a su hijo Martín Basualdo de 19 años, y a su amigo Héctor Gómez, de 22, ambos vistos por última vez en la Comisaría 5° de la ciudad. Desde la desaparición, Isabel comenzó una larga búsqueda en pos de la verdad y la justicia. Tres décadas después, ella y la sociedad siguen sin tener respuesta.

El aporte de Isabel representa un ejemplo de lucha en el ámbito local en su compromiso contra la violencia institucional y el fortalecimiento de los derechos humanos, así como el acompañamiento constante de jóvenes en riesgo. Más allá de los resultados de la votación de marca ciudad, la FTS homenajeó a Rosa e Isabel, por su tarea incansable y por los trayectos construidos en común en la defensa de los Derechos Humanos y de la dignidad de las personas.